El gusto por las peras no es nada nuevo, ya en el 5000 a.C. Feng Li, un diplomático chino, habla de ellas. También, en La Odisea, Homero alaba a las peras como un “regalo de los dioses.” Pomona, diosa de la fruta, era un miembro apreciado del Panteón romano y los agricultores hablaban de la pera y su crecimiento así como las técnicas de injerto. Gracias a su versatilidad y larga vida, las peras eran, por aquel entonces, un bien muy deseado entre las rutas comerciales del mundo antiguo.
M.G. Pera Conferencia del Bierzo
¡Es irresistible! Jugosa, dulce, natural, saludable, nutritiva…