“Es el Bierzo una de la comarcas mejor definidas y limitadas que fundamenta su personalidad en el carácter de fosa tectónica, enmarcada por un cinturón montañoso, y la asociación en su suelo de influencias atlántica y mediterránea, especialmente manifiestas en la vegetación. Lienzos de la muralla montañosa que la rodean son los Picos de Ancares y Sierras de Courel por el noroeste, los montes Aquilanos y la Sierra de Pobladura por el sur y la Sierra de Gistredo por el noroeste. Solamente el valle del Síl permite la salida de la hoya sin grandes dificultades no penosas travesías de montañas.
Los vientos del noroeste alcanzan la hoya berciana y explican su vinculación a la España húmeda, justificando la barrera montañosa que la rodea, un régimen térmico más favorable que el de la Meseta.
En el fondo de los valles una faja de árboles de ribera acompaña con continuidad a los ríos, fuera de la cual se extienden cultivos de feraces huertas. El prado y el matorral de brezos y tojos cubren las altas y más húmedas cumbres disputando el suelo al haya, al roble y al castaño.
El Sil entra y sale del Bierzo encajado en hondas gargantas, formando en su recorrido un valle asimétrico con una más rápida vertiente sur. Sus afluentes más importantes, como el Boeza el Cúa y el Burbia, forman valles que son como matices comarcales dentro de la unidad total
La cubeta de El Bierzo ofrece también el singular contraste de las altas cimas nevadas que la rodean con cultivos de tipo mediterráneo. Entre los frutales, junto al peral y al manzano, figuran el almendro y la higuera, y en las colinas soleadas el viñedo.
Dentro de este marco físico, de esta espléndida región que es El Bierzo, los autores de este libro contemplan la paisajística, el poblamiento y la actividad cultural y artística del devenir histórico berciano.”
Introducción del libro “EL BIERZO”
J.M. Voces Jolías – José A. Iglesias
ED. LANCIA, 1996