Estamos en agosto, mes en el que la fruta alcanza por fin su madurez y está lista para su cosecha. Los trabajos de recolección comenzarán a finales de este mes y se prolongarán durante todo el mes de septiembre.
Una vez recolectada la fruta, se almacena en cámaras de atmósfera controlada, y antes de su salida al mercado se realiza una minuciosa selección y clasificación.